Nieva en Madrid y no me he podido resistir…
Ayer por la mañana un amigo me regaló unas figuritas de brócoli que había hecho en foamy. Eran cuatro y tenían el tamaño perfecto para poder llevarlas en el bolso y utilizarlas cuando quisiera para poder hacer una foto (así no tengo que llevar en el bolso a nuestro Brocoliti original y parecer un tanto rara cuando lo tengo que pasar por algún escáner J). Lo único que les faltaban eran los ojitos y la boca.
Nevaba y no paraba de nevar. Desde la oficina veía caer la nieve y cómo iba cuajando en los jardines y en los coches. No podía hacerle fotos a mi pequeño brocolisaurio jugando con la nieve, pero tenía cuatro brócolis que servirían para quitarme el mono de foto. Con una revista, tijeras y pegamento, pude dar vida a uno de esos pequeñajos y salí a la calle en busca de mi foto perfecta.
He de reconocer que las fotos que hice salieron bastante mal (es muy difícil sujetar a un brócoli resbaladizo con una mano helada, con la otra intentar que no se moje ni se caiga el móvil mientras enfocas y cargar con un bolso y un paraguas). Al final el paraguas lo dejé en el suelo y se me escapó volando. Resbalándome en la nieve tuve que correr tras él procurando no caer y hacer el ridículo más espantoso en mitad del Paseo de la Castellana con un brócoli de foamy en la mano.
En fin, la mejor de las opciones fue dejarlo en el suelo y buscar una buena perspectiva. El pobre no tuvo tanta suerte como yo y se me cayó de bruces. En décimas de segundo se le congeló la cara y perdió los dientes. Encontré uno y, con un fondo muy característico de Madrid, puede, por fin, hacerle una foto en condiciones. Espero que os guste.

